
¿Quién es? ¿Qué busca? ¿Qué quiere?
En la oscuridad de su habitación, se hace estas preguntas, mientras no puede dejar de imaginar, sus manos sobre su cuerpo.
Extraña sensación, mezcla de odio y ternura, deseo y rechazo, veneno y antídoto, pero todo…para tomar de a poco, para ser saboreado hasta el último suspiro.
Sabe que puede prescindir de él, pero… ¿quiere hacerlo?
Le vence su voz, su respiración, cada jadeo, cada gemido, cada suspiro, es una serpiente que la envuelve y la arrastras cada vez más, hacia él.
Ha dormido apoyada en su espalda, ha dibujado con trazo firme sobre su pecho, la ruta de viaje hacia un mundo de sensaciones, todas ellas aún por descubrir. Se ha evaporado entre sus piernas, jugando a acelerar su respiración, y ¿por qué no?, también la suya propia.
Consigue hacerla acariciar el cielo, con las yemas de sus dedos, para segundos más tarde, abandonarla y hacerla descender hasta lo más profundo de los infiernos, donde el calor le abrasa las entrañas, donde sus dedos ya no son suficientes, y recurre a objetos con formas fálicas, evocando que de repente, se conviertan en él.
Aún así juegan el mismo juego, tan sólo son…
Amantes de banda ancha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario