26 octubre 2010

¡¡Me gusta vivir!!



Siempre me he preguntado por qué el otoño invita a hacer visitas a los rincones de mi alma. Será porque el verano termina, y hago como un recuento del año antes de que termine.
Visito la caverna de mi corazón y allí con ternura resigo las cicatrices que en él habitan. Cada año hago un nuevo descubrimiento, las hay que ya cicatrizaron, otras, parece que no quisieran cerrarse, pero esa visita no es tan sólo de cortesía, no necesito guía para llegar hasta ellas, se muy bien en que lugar están. Ya no tienen cara, ni tanpoco nombre, poco importan ya, los rostros de quienes las provocaron y el motivo, tan sólo me importa que se cierren sanamente, el rencor no aporta nada bueno.
Alguna que otra vez, intentan visitarme los motivos que las provocaron, pero se como capear ese terreno, he aprendido a hacerlo, si los dejara volverían a herir y no quiero.
Con los años y con esfuerzo por querer entender y comprender, aprendí que sólo el paso del tiempo es quien de verdad te hace que esas heridas cicatricen, pero ante todo importante es, la postura que adoptas frente a tales situaciones.
Nadie puede asegurarnos, que a nuestro paso por esta vida, estemos exentos de sufrir algún que otro revés, a veces pienso que es la manera que tiene el ser humano de madurar, pero aunque no nos guste, tal vez no haya otro modo de hacerlo.
Aún así…

¡¡Me gusta vivir!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario